Luego de una jornada emotiva por la despedida a Francisco, el sacerdote Juanca Molina visitó TVR para homenajear al Papa recientemente fallecido, destacó sus principales atributos y se quebró al recordar algunas experiencias vividas junto a Jorge Bergoglio."No dejó la vara alta, la volvió a poner donde tenía que estar", sostuvo.
En diálogo con Juan Amorín y Andrea Rincón, el religioso analizó las imágenes que recorrieron el mundo en las últimas horas del funeral en la Plaza San Pedro. "Había mucha gente, pero los últimos que lo despidieron fueron cinco presos a los que dejaron salir de la cárcel; fueron las chicas travestis; fueron los migrantes; fueron los curitas y el enfermero que le pusieron los zapatos, esos zapatones grandes gastados en la punta. Esos estuvieron hasta lo último, son los que lloraron, los que no se dejaron asustar por el color rojo de todos los que estaban ahí", destacó.
"Se murió como vivió, se fue como entró. Cuando llegó, se paró y se inclinó delante de la gente y dijo 'recen por mi', pidió la bendición del pueblo. Y la última imagen de él es saliendo, con la mano que no podía levantar mucho, saludando a la gente", enumeró.
En ese sentido, destacó la humildad del Sumo Pontífice: "Nunca quiso que lo encerraran. Desde que salió vestido de blanco, dijo 'yo no voy a vivir ahí arriba, en el Palacio'.
Entonces contó que conoció el lugar donde vivía Francisco: "Le goteaba el baño, como le gotea al que vive en la villa, al que vive en Recoleta. No estaba preocupado por eso, estaba preocupado por otras cosas".
En otro momento de la charla, Molina señaló que la trascendencia de Francisco reside en "tres cosas muy fuertes". "Fue profundamente humano, de llamar cuando estabas enfermo. Es el Papa que se lavaba las medias", señaló.
Además, resaltó que "fue profundamente político". "Hoy se terminó de ver cuando en un rincón dentro de la Basílica estaban reunidos aquellos que llevan adelante guerras, estaban ahí, El manejo de la geopolítica, de saber moverse, de saber esperar, de saber poner caras, manejar los tiempos de los encuentros. Jamás tuvo miedo de criticar a los más poderosos", describió.
Por último, manifestó que otra característica importante del Papa es que "fue profundamente religioso: volvió a poner en el centro de la Iglesia a Jesús, al Jesús de los pobres".