El dueño de la casa del barrio San Andrés en la que falleció Diego Armando Maradona el 25 de noviembre de 2020 y una mujer vinculada al rubro inmobiliario declararán este martes, a partir de las 9, en el marco de la quinta audiencia del juicio oral y público que se realiza en el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro.
Ante los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tomasso y Julieta Makintach brindarán testimonios Santiago Giorello, propietario de la residencia, y Andrea Flavia Jordán, agente inmobiliaria que tramitó el alquiler del lugar ubicado en el partido bonaerense de Tigre.
Al poco tiempo del deceso, Giorello manifestó que faltaba una ducha en el baño de abajo para que Maradona se higienice correctamente, según informó la agencia Noticias Argentinas. Mientras que en 2021, Jordan sostuvo ante los fiscales del caso que la vivienda fue elegida por el excapitán de la Selección argentina y su hija Gianinna. Además, aseguró que el contrato fue firmado por Jana, otra de las hijas del astro.
Juicio por Maradona
Los hinchas pidieron justicia en San Isidro.
El proceso legal apunta contra el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, el enfermero Ricardo Omar Almirón, su jefe Mariano Perroni, el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna y la jefa coordinadora de una empresa de medicina prepaga, Nancy Edith Forlini, por el presunto "homicidio simple mediante con dolo eventual" del Pelusa.
La declaración de los policías que llegaron al country
Tres policías comparecieron ante los jueces en la audiencia del martes 18. En primer lugar, Lucas Rodrigo Borge expresó que entró a la habitación del 10 y lo halló cubierto con una sábana blanca, mientras que vestía un short deportivo y una remera negra: "Recuerdo que tenía la panza muy hinchada".
Por su parte, Lucas Farías, quien era el encargado del destacamento policial de Villa La Ñata y afirmó que concurrió a la vivienda de "Pelusa" luego de que le avisaran que el oriundo de Villa Fiorito sufrió una descompensación. Además, Javier Mendoza describió con la situación que se encontraron: "El lugar ya estaba con precintos los familiares podían entrar hasta el jardín. Yo nunca ingresé a la casa en la circunstancia del hecho, solo me encargué del operativo de afuera".