Una visita a la antigua sede de la Biblioteca Nacional, donde habita el espíritu de Jorge Luis Borges

En México al 500, en el barrio porteño de Monserrat, se alza el emblemático edificio que albergó a la institución entre 1901 y 1993. El autor de El Aleph fue su director durante 18 años y hasta fantaseó con mudarse allí durante su gestión.

En México al 500, en el barrio porteño de Monserrat, se alza el emblemático edificio que albergó a la Biblioteca Nacional entre 1901 y 1993. Tras varios años de descuido, se restaura el ala norte para el funcionamiento del Centro de Estudios Borgeanos, en honor a Jorge Luis Borges, director de la institución entre 1955 y 1973.

Las calles del casco antiguo de la ciudad ofrecen el inconveniente de que su angostura no permite apreciar en su plenitud la imponente belleza de sus edificios. En el caso de la antigua sede de la biblioteca más importante del país, hay que apoyarse contra las construcciones de la vereda impar y ejecutar unas contorsiones para poder ver mejor la fachada beaux arts con destellos neoclásicos, obra del arquitecto italiano Carlos Morra.

"Para mí el Barrio Sur es el barrio esencial de Buenos Aires, ya que los demás han cambiado tanto... en cambio, en el sur se conservan, o se tratan de conservar las cosas. De modo que para mí, el Sur no es un barrio, bueno, distinto de los otros, sino el barrio esencial, fundamental de Buenos Aires. Para mi está unido por muchas cosas...", repasó Borges en sus célebres diálogos con Osvaldo Ferrari en Radio Municipal, a mediados de los '80.

Biblioteca Nacional Jorge Luis Borges en el escritorio
Jorge Luis Borges fue director de la Biblioteca Nacional entre 1955 y 1973.

Jorge Luis Borges fue director de la Biblioteca Nacional entre 1955 y 1973.

"Yo puedo estar en el Japón, puedo estar en Edimburgo, puedo estar en Texas, puedo estar en Venecia; pero de noche, cuando sueño, estoy siempre en Buenos Aires y en el Barrio Sur: la parroquia de Monserrat, para ser más preciso. (...) Yo creo estar viajando, pero hay algo —para usar la fe en la mitología actual: en la subconciencia— que se queda en Buenos Aires, y se queda especialmente por aquellos lados de México entre Perú y Bolívar. Y de noche, cuando sueño, estoy en ese lugar, siempre", sentenció el autor de Ficciones.

Y tenía razón. El espíritu de Borges, quien hasta fantaseó con mudarse allí, se siente en cada rincón. Fue allí, según dicen, que concibió muchos de sus textos, como El reloj de arena, y Los libros y la noche. Y sus vestigios continúan apareciendo: entre las hojas de un ejemplar de la revista Sur ubicado en la hemeroteca se halló en 2013 un manuscrito con un final alternativo al cuento Tema del traidor y del héroe, de 1944.

"Cuando Borges fue nombrado director en 1955, ya era el escritor más famoso argentino. Y acá no trabajó de director; se dedicó a su obra literaria, a preparar la publicación de sus obras completas y las traducciones al inglés. Las tareas habituales de director las realizaba José Clemente, que era el subdirector", explica Gonzalo, a cargo de la visita guiada al lugar.

Biblioteca Nacional Jorge Luis Borges sala lectura
La sala de lectura de la sede del centro de la Biblioteca Nacional exhibe los nombres de los directores históricos.

La sala de lectura de la sede del centro de la Biblioteca Nacional exhibe los nombres de los directores históricos.

"En ese trabajo de preparar las obras completas y las traducciones pidió todos los libros que él había utilizado para escribir sus obras más conocidas, Ficciones y El Aleph y otros cuentos. Trabajó con ellos para preparar esas revisiones y los devolvió a la colección de la biblioteca de forma desordenada, y quedaron, de alguna manera, perdidos, hasta que en los últimos años comenzaron a ser recuperados, con anotaciones y fragmentos subrayados que le habían gustado", relata.

Un paseo por la Biblioteca Nacional tras los pasos de Jorge Luis Borges

En noviembre de 2024 se reabrió parcialmente el antiguo edificio de la Biblioteca Nacional, tras una obra que había comenzado en marzo de 2022 durante la gestión de Alberto Fernández e implicó una inversión de $352.312.328. De la obra participaron más de treinta profesionales que trabajaron en la restauración edilicia y bienes muebles y especialistas en ebanistería, metales, textiles y papeles, pintura de caballete, luthería, tapicería y vidrio soplado.

Allí se ubicará el Centro de Estudios y Documentación "Jorge Luis Borges", que se dedica a acrecentar el patrimonio bibliográfico y documental de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno en torno a su obra y su figura, poniendo el énfasis en la conservación de libros y documentos manuscritos, el acercamiento de nuevos lectores, la promoción de investigaciones, el montaje de exposiciones temáticas.

Biblioteca Nacional Jorge Luis Borges sala lectura
El vitral de la sala de lecturas fue traído especialmente desde Barcelona.

El vitral de la sala de lecturas fue traído especialmente desde Barcelona.

Cuando en 1993 se completó la mudanza a la actual sede de la institución, en Recoleta, el edificio pasó a manos del Ministerio de Cultura de la Nación, que le dio distintos usos. En 2015 se le restituyeron a la Biblioteca el hall y cuatro salas, las más importantes desde lo patrimonial y edilicio, que están siendo restauradas.

Mientras tanto, pueden realizarse visitas guiadas, que dan cuenta de la relación de Borges con el lugar. El palacio, planeado originalmente para ser sede de la Lotería, fue reasignado antes de su inauguración a la Biblioteca Nacional gracias a una intervención personal de su director, Paul Groussac, ante el presidente Julio Argentino Roca. El intelectual francés fue el segundo eslabón de una tradición de directores ciegos de la institución, comenzada por José Mármol y continuada por el autor de El jardín de senderos que se bifurcan.

Biblioteca Nacional Jorge Luis Borges sala lectura
La sala de lectura continúa en restauración.

La sala de lectura continúa en restauración.

El formidable hall del edificio contiene fotos de Borges en sus tiempos de director y algunas reseñas de su trabajo. Además, se puede ver el trabajo de restauración en las columnas y las molduras, con exquisitos detalles que continúan en la monumental escalera de mármol, decorada con bolilleros de bronce, por la que se sube ante la atenta mirada de los coloridos vitrales del techo.

Desde la balconada del primer piso se puede ver a la estrella del edificio, todavía en restauración: la sala de lectura, un verdadero monumento a los libros, un paraíso borgeano que contuvo durante décadas en sus estanterías al acervo de la Biblioteca Nacional.

Biblioteca Nacional Jorge Luis Borges chimenea
Los detalles en madera de la sala de reuniones exhiben el notable trabajo de restauración.

Los detalles en madera de la sala de reuniones exhiben el notable trabajo de restauración.

El techo muestra dentro de círculos dorados a los directores históricos de la institución, y cuenta en las cuatro esquinas con estatuas de musas inspiradoras que representan los cuatro temas del catálogo métodico utilizado en los inicios: Ciencias, Letras, Derecho e Historia. Mientras tanto, un refinado vitral traído de Barcelona y que representa a un cielo repleto de constelaciones aguarda por terminar de ser restaurado y colocado en lo más alto.

En el primer piso, sobre el lado de la calle, se destaca el despacho que Borges, con boiserie de lujo y el escritorio semicircular que utilizaba, heredado de Groussac, útil para personas con dificultades en la visión ya que permiten tener a mano diversos objetos.

Al lado, se encuentra una impresionante sala de reuniones con un empapelado con palmeras y una chimenea con el monograma de la Biblioteca, coronada por una copia de un autorretrato de Rembrandt, pero modificado para que tenga un libro en la mano, obra del italiano Nazareno Orlandi, el mismo artista que realizó los frescos del teatro Grand Splendid, hoy reconocido como una de las librerías más hermosas del mundo.

Biblioteca Nacional Jorge Luis Borges escritorio
El escritorio del despacho Jorge Luis Borges, útil para personas con dificultades visuales, había sido utilizado por Paul Groussac.

El escritorio del despacho Jorge Luis Borges, útil para personas con dificultades visuales, había sido utilizado por Paul Groussac.

El recorrido por las salas restauradas es corto, al igual que un cuento, pero atravesado por infinidad de significados y sensaciones que emergen de cada objeto exhibido, cada restauración y cada detalle, como si se tratara de una obra póstuma del más porteño de los poetas. Un paseo obligado para los fanáticos de Borges de todo el mundo.

Cómo inscribirse a las visitas guiadas al edificio histórico de la Biblioteca Nacional

Las visitas guiadas al edificio histórico de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, en México 560, son gratuitas y tienen un mínimo de 10 y un máximo de 15 personas por turno. Se realizan los martes a las 15 y los jueves a las 11:30 y hay que anotarse previamente al correo electrónico [email protected].

DEJA TU COMENTARIO: