Guardar archivos en la nube se ha convertido en una práctica esencial para quienes trabajan, estudian o simplemente buscan un acceso rápido a su información desde cualquier dispositivo. Sin embargo, una configuración inadecuada puede convertir esto en un blanco para ciberataques. Google Drive, uno de los más utilizados, permite organizar y acceder a la información con facilidad, pero requiere ciertos ajustes de seguridad para evitar riesgos.
Sin una configuración adecuada, la información personal y laboral puede quedar expuesta en Internet, accesible incluso para desconocidos. Muchas veces, los usuarios desconocen que sus archivos pueden aparecer en buscadores si no han restringido correctamente su acceso. Esta situación puede ser aprovechada por ciberdelincuentes para obtener datos sensibles y cometer fraudes o robos de identidad.
Uno de los mayores peligros radica en que ciertos documentos compartidos pueden ser indexados por motores de búsqueda. Un simple comando en Google puede hacer visibles archivos que deberían permanecer privados, permitiendo que cualquier persona acceda a ellos con un solo clic.
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El uso del comando “site:drive.google.com” permite encontrar archivos compartidos públicamente.
Cuál es el riesgo de tener mal configurado Google Drive
Google Drive cuenta con sistemas de cifrado avanzados, tanto en tránsito como en reposo, lo que garantiza que los archivos almacenados sean seguros. Sin embargo, la vulnerabilidad no proviene del servicio en sí, sino de cómo los usuarios configuran el acceso a sus archivos.
Uno de los métodos más utilizados por ciberdelincuentes para encontrar información expuesta es el uso del comando site:drive.google.com en el buscador. Este truco permite rastrear documentos que han sido compartidos públicamente o cuyos enlaces han sido difundidos en algún sitio web. Si un usuario no ha restringido correctamente el acceso, sus archivos pueden aparecer en los resultados de búsqueda y quedar disponibles para cualquier persona.
El problema se agrava cuando los documentos almacenados contienen información sensible, como identificaciones personales, credenciales bancarias o datos empresariales. En estos casos, un mal ajuste en la configuración puede traducirse en robo de identidad, fraudes financieros o filtración de datos privados.
Cómo configurar Google Drive de forma correcta
Para evitar que documentos y carpetas sean accesibles mediante búsquedas en Google, es fundamental configurar Google Drive en modo privado. Esto se puede hacer tanto desde dispositivos móviles como desde computadoras.
Desde la app en un dispositivo móvil, los pasos son:
- Abrir Google Drive.
- Pulsar los tres puntos verticales junto al archivo o carpeta.
- Seleccionar Administrar acceso.
- En la sección Acceso general, tocar en Cambiar.
- Elegir la opción Restringido para limitar el acceso solo a personas autorizadas.
En el caso de una computadora, el procedimiento es similar:
- Ingresar en drive.google.com/drive/my-drive.
- Hacer clic en los tres puntos verticales del archivo o carpeta.
- Seleccionar Información del archivo o carpeta.
- Acceder a la pestaña Detalles.
- Hacer clic en Administrar acceso.
- Cambiar el acceso a Restringido.
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Ajustar la privacidad de Google Drive es clave para evitar el acceso no autorizado a información confidencial.
Tomar estas precauciones evita que la información personal o laboral quede expuesta en la web y garantiza que solo las personas autorizadas puedan acceder a los documentos. Configurar correctamente Google Drive es una medida fundamental para mantener la seguridad digital y prevenir posibles ataques cibernéticos.