El ex candidato a presidente de Unión por la Patria, Sergio Massa, reapareció públicamente esta semana en la reunión del PJ bonaerense que convocó su presidente, Máximo Kirchner, junto con la nueva presidente del PJ Nacional, Cristina Kirchner, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, como principales invitados. A pesar de la foto, las diferencias internas persisten, sobre todo entre los sectores de Axel y CFK. En este escenario, el tigrense mantiene firme su postura: "La clave es la unidad, no hay más margen para la discusión”.
Desde su entorno, detallaron a C5N que habla con los actores más importantes de la oposición y que “trabaja para la unidad y defender a los trabajadores argentinos construyendo otro camino al del Gobierno”. En ese sentido, hicieron hincapié en que la construcción de un camino distinto implica una “nueva etapa en el peronismo”, donde hay que sumar a todos los sectores para sumar identidad. “Hay que llegar al 27 con un espacio competitivo y renovado”, enfatizaron.
Es por eso que celebraron la reunión del PJ bonaerense de esta semana, que, a pesar de no estar exenta de chispazos, logró unir a los principales referentes del peronismo después de un año de gestión de Milei. El ex ministro de Economía, que en este tiempo decidió alejarse de la esfera pública, ve con buenos ojos este tipo de convocatorias que buscan transmitir un mensaje de unidad y que le dan un lugar importante al Frente Renovador, ya que es “una señal de continuidad de la alianza”.
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Massa mantiene diálogo con Cristina Kirchner, Axel y, en particular, destacaron el buen vínculo con Máximo. Sus allegados resaltaron que su rol hoy es "no agudizar la interna" ya que cree que "los trapitos se resuelven internamente", mientras defiende la idea de conformar una mesa para dirimir las discusiones, una postura que mantiene hace tiempo. De cara a lo que viene, insiste en que “para construir el proceso de alternativa hay que escuchar”, así como aplicar nuevas ideas que vuelvan a colocar al peronismo como la posibilidad de generar movilidad social ascendente.
En el día a día, Massa acciona a través de sus intendentes y legisladores, con el foco puesto en profundizar las banderas de su espacio, que siempre estuvieron ligadas a la agenda de la clase media con temas como la seguridad, el consumo, el impuesto a las ganancias y los aumentos en los servicios. Es por eso que la máxima preocupación es la situación de los trabajadores, a los que considera desprotegidos frente a esta administración y desencantados ante un peronismo que no logra ordenarse.
¿En qué anda Massa?
Transcurrido un año de gestión libertaria, Massa optó por correrse del ámbito público, más allá de algunas participaciones en discusiones puntuales como las marchas en defensa de la universidad pública. La idea es que en febrero se lo empiece a ver encabezando distintas recorridas.
En lo privado se mantiene activo desde su estudio jurídico en Tigre, trabaja como asesor de fondos de inversión para América Latina y participa de distintas actividades ligadas a estudios energéticos de la Universidad Rice, en Estados Unidos. Este último es un tema en el que viene trabajando para profundizar la discusión energética en términos de eficiencia y poder contrastar con lo que propone Milei.
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Desde lo político, se apoya en la Fundación Encuentro, un espacio de trabajo y discusión de ideas que lanzó en 2020 y donde distintos equipos técnicos analizan la coyuntura y realizan informes sobre la economía y sus distintas áreas de trabajo que abarcan los ejes históricos del Frente Renovador (FR): la situación del mercado laboral, los salarios, los jubilados, la energía, entre otros puntos.
Desde ese lugar, su mirada está puesta en tres ejes: la discusión energética, la situación de los trabajadores y el vínculo con los jóvenes, en particular los sectores emprendedores, a los que considera que hay que escuchar “sin hacer prensa ni circo mediático”. Esto tiene que ver con lo que planteó en marzo de este año durante el Congreso del FR, cuando expresó que para pensar el futuro era necesaria “hacer autocrítica del pasado” y que el rol en esta etapa “no es hablar, sino escuchar”.
Con ese eje, esta semana se reunió con jóvenes que trabajan en empresas tecnológicas argentinas para pensar nuevas ideas y alternativas de crecimiento para el país, así como también escucha a jóvenes y técnicos de la Fundación Encuentro que realizan informes con eje en energía y tecnología.
Sus vínculos con todos los sectores de la política y la economía argentina se mantienen intactos. En sus oficinas ubicadas en Av. Libertador suele recibir a gobernadores, legisladores, intendentes, dirigentes gremiales y empresarios.
Lo que sigue sin fecha es la presentación de su libro “Querer un país”, en dónde hará un repaso de sus últimos años de gestión, con una mirada que, anticipan, traerá repercusiones. El lanzamiento se había pensado a través de una plataforma de streaming con la participación del periodista y escritor Jorge Asís, pero todavía no hay definiciones.
El año de Milei
Lo que Massa ve con más preocupación es la situación de los trabajadores frente a un gobierno como el del libertario. “Milei no protege a los trabajadores argentinos que pierden su trabajo por estas políticas aperturistas indiscriminadas que hacen que el trabajo de los argentinos pierda competitividad ante otros países”, describieron desde su entorno.
En cuanto al modelo económico, ve un crecimiento macro de los especuladores y de la bicicleta financiera, a los que cataloga como el verdadero “sujeto enemigo”, que se enriquece a costa de una micro que viene muy mal. “Milei sale celebrando en televisión porque estaría ordenando la macro, pero en la vida cotidiana la gente no ve esa mejora. Llega la Navidad y cuántos padres están pensando en cómo hacer para poder comprarle un regalo a sus hijos o comprar la cena de Navidad para poder compartir ese momento especial con sus familias. Es una Navidad con récords de pobreza”, graficaron desde su espacio.
En términos electorales, tienen en claro que no hay que culpabilizar a la gente, sino construir la idea del engaño y la estafa electoral que representa Milei, un Gobierno “que se pelea con su propio espejo”.
